Aunque lo pillé tarde, jugué bastante a XCOM Enemy Within. Fueron unas 70 horas a finales de 2014. Ya por entonces me aficioné a ver algún que otro gameplay de este juego. (No suelo ver gameplays pero con este y con Cities Skyline añadí una muestra al hecho de que hay una excepción para casi todo.)
Con XCOM 2 llevaba el camino de verlo, más que de jugarlo, hasta que mi novia me lo regaló y se abrió la caja de pandora. Me he puesto la condición de no jugar más de una misión en cada sentada (entre 30 minutos y una hora, contando la gestión que se hace entre ellas).
El juego combina estrategia por turnos y gestión de recursos en la base... Es como juntar mis años de vicie desmedido en PC Futbol o Football Manager con los de Final Fantasy. ¿Qué podía salir mal? ¿Volver a perder la vida social? Hace tiempo que no sé lo que es eso, exceptuando cuando vuelvo a casa por vacaciones.
Llevaba un tiempo sin encontrar un motivo sólido para actualizar este blog y acabó apareciendo uno que podría ser de los más significativos del año. Es algo muy especial cuando sale un juego que no solo disfrutas, sino que te hace sentir realmente afín: Gestión, estrategia, ciencia ficción, estética ciber punk (preguntádselo a alguno de mis soldados)...
Ahora que definitivamente Mass Effect Andromeda se ha ido al año que viene, va a ser dificil que algún videojuego desplace mis ratos de XCOM y Rocket League.